parálisis braquial obstétrica

Parálisis braquial obstétrica (PBO)

La patología más frecuente del miembro superior es la parálisis braquial obstétrica (PBO).

La parálisis braquial obstétrica (PBO), es una lesión en los nervios espinales que conforman el plexo braquial. Afecta al miembro superior y es producido generalmente por un traumatismo durante el parto.

A veces puede ir asociado a fracturas de clavícula, escápula o costillas, a lesiones cervicales, a tortícolis o a parálisis diafragmáticas o faciales.Generalmente, la lesión es unilateral con predominio del brazo derecho. La lateralidad de la lesión depende de la rotación de la cabeza a través del canal del parto.

plexo braquial

 

Causas de la PBO

Normalmente, la PBO está relacionada con una tracción del plexo braquial durante el parto, dañando sus ramas. Sin embargo, también puede influir el peso y tamaño del bebé, la presentación podálica, así como traumatismos generados durante el parto que provoquen daños en la clavícula o el hombro.

El cuadro clínico dependerá de las raíces nerviosas lesionadas, pudiendo comprometer gravemente la función del brazo. Pueden ser de diferentes tipos:

  • Neuropraxia: estiramiento del nervio pero no se lesiona.
  • Axonotmesis: estiramiento y lesión de algunas o todas las fibrillas de la raíz.
  • Neurotmesis: estiramiento brusco que hace que la raíz se separé de la médula espinal.

Según el nivel de la lesión al nervio, la PBO se clasifica en superior (C5 – C6), inferior (C8 – T1) y total o mixta (C5 – T1).

 

Tratamiento fisioterápico

Para realizar el tratamiento más adecuado para la PBO, se requiere de un equipo multidisciplinar, en el que participen pediatras, neurólogos, cirujanos ortopédicos y fisioterapeutas.

El diagnóstico precoz, es fundamental para iniciar el tratamiento lo antes posible, siendo el objetivo mantener la máxima funcionalidad del brazo evitando complicaciones.

Comenzaremos con tratamiento postural los primeros 21 días, pero así evitar empeorar la lesión y ayudar a disminuir la inflamación. Tras la cuarta semana, empezaremos con las movilizaciones pasivas, que forman un importante componente propioceptivo para el nervio. Progresivamente, iniciaremos las movilizaciones activas, dando la orden al músculo, dependiendo de la edad de los peques, y que se cansan antes, tenemos que realizarlo a través del juego.

El tratamiento quirúrgico se recomendará en aquello casos donde el tratamiento conservador ha fracasado.

 

En Pequesano, contamos con especialistas en fisioterapia pediátrica que podrían ayudar a tu bebé en este proceso.