Tortícolis congénita o posicional

TORTÍCOLIS CONGÉNITA O POSICIONAL

La denominada tortícolis congénita o posicional, hace referencia a un síntoma que podemos encontrar en nuestro recién nacido, o nuestro bebé si ha mantenido una mala posición durante la gestación, o un sobre-estiramiento durante el parto. Observamos una inclinación lateral de la cabeza a un lado, asociada a una rotación de la barbilla y cara hacia el lado contrario.

La edad media de aparición de la tortícolis son los 20 días, siendo el 93% de los casos en los primeros 3 meses de vida.

Tortícolis congénita o posicional

¿A qué afecta?

La tortícolis congénita o posicional afecta al músculo ECOM (esternocleidomastoideo), produciendo un acortamiento o tensión sobre este. Algunos bebés presentan un nódulo palpable (fibromastosis colli), que puede desaparecer a lo largo del primer año de vida.

 

¿Qué consecuencias puede tener?

La principal consecuencia de la tortícolis será la tendencia del bebé de mirar siempre al mismo lado, ya que esa limitación le impide girar el cuello. Esta posición mantenida en el tiempo, puede llegar a generar deformidades craneales (plagiocefalias) en los peques, porque reciben más apoyo del lado que está acortado. Otra consecuencia que puede tener, es que nos dificulte la lactancia materna.

 

¿Qué puedo hacer?

Realiza una valoración a tu peque por un fisioterapeuta pediátrico especializado, y así poder aplicar el tratamiento lo antes posible. Este tratamiento dependerá de la edad del niño, y el grado de severidad de la lesión.

https://www.pequesano.es