Moxibustión en el embarazo
La moxibustión es un método terapéutico de la medicina tradicional china que consiste en aplicar calor estimulando una serie de puntos del cuerpo (que suelen coincidir con puntos de acupuntura). Su finalidad es sanar trastornos y conseguir el equilibrio de las funciones fisiológicas. La palabra ‘moxibustión’ hace referencia al término ‘cauterizar’, es decir “quemar sobre una superficie con un material calentado previamente”. El calor se produce utilizando las propiedades terapéuticas de la raíz de la planta Artemisa, que se prensa en forma de puro y que se denomina ‘moxa’.
Según últimos estudios en esta revista científica, la técnica de la moxibustión ha evitado un 30% de cesáreas en los pacientes con presentación del bebé de nalgas o posición podálica.
Los estudios actuales evidencian el efecto beneficioso de la moxibustión fetal para corregir la presentación fetal no cefálica.
Se han propuesto varias teorías para explicar el mecanismo de actuación de la moxibustión:
· Que la moxibustión puede estimular la producción de estrógenos placentarios y prostaglandinas maternas, promoviendo la contracción uterina y la actividad fetal.
· Que la moxibustión causa un incremento en la producción de cortisol de la placenta, llevando a incrementar los movimientos fetales y la contractilidad uterina.
· Que la moxibustión provoca la estimulación de las glándulas adrenales fetales a través de la respuesta de la vía adrenocortical por el torrente sanguíneo materno. Esto hace que el feto incremente sus movimientos en los 7 minutos siguientes al comienzo del tratamiento.
· En países de nuestro entorno, como Reino Unido y Alemania, es una técnica terapéutica integrada en el sistema sanitario nacional.
Teniendo en cuenta el bajo coste, seguridad de la técnica, buena aceptación y de que en algunos países ya se aplica dentro de su sistema de salud, se podría considerar la aplicación de la moxibustión de forma sistemática como un tratamiento más de la asistencia en el embarazo.